Magdalena 29 de marzo de 2010

No solo son coincidencias, sino bases programáticas de UNIDAD, las que nos permitirían la construcción de un Frente Patriótico Electoral que permita ganarle a las candidaturas de la Corrupción y el continuismo.

Existe un común denominador entre las diversas fuerzas políticas que pretenden representar los más sentidos intereses de la nación.

Ese común denominador (o ejes programáticos) que nos agrupa y organiza en diversas expresiones de organización política, las cuales denominamos: Colectivos, Movimientos Independientes, Frentes Regionales, provinciales o distritales; agrupaciones o sociedades de jóvenes y/o juventudes organizadas; redes sociales o espacios de coincidencia entre cibernautas; agrupaciones feministas, movimientos por el respeto de los derechos de la propiedad de la tierra, pueblos y comunidades nativas y amazónicas, movimientos de diversidad de género; que en un contexto de coincidencias programáticas -si tuviésemos la voluntad de ello- podríamos confluir para ser alternativa de gobierno y de poder para el Perú.

Esos ejes programáticos para un primer nivel de unidad son tres: nos definimos Humanistas, Democráticos y Descentralistas.

No pretendo definir o realizar un ejercicio teórico intelectual respecto a cada una de nuestras autodefiniciones sobre el Humanismo. Tampoco es este el momento para pretender dar lecciones conceptuales de lo que significa la democracia y menos aun, como se concibe el sentido descentralista para ejercer un gobierno.

Es solo una modesta reflexión de lo común que nos une y lo difícil que se nos hace limpiar nuestras gafas y superar nuestra miopía política. Actuar de manera responsable frente a una necesidad: ¡Nos unimos y somos una fuerza alternativa de poder! o seguimos con nuestra postura y práctica esquizofrénica de no aceptar la realidad que divididos no somos más que una ilusión (con el perdón que se merecen quienes padecen de esta enfermedad y, de los grandes pensadores hombres y mujeres creativos que adoleciéndola, supieron contrarrestarla a través del avance de la ciencia y sus fármacos atípicos de última generación).

Nos une nuestra acción cotidiana: honesta, sincera, profunda, llena de utopías; pero ajena a la exigencia de la ciudadanía. La UNIDAD de todos aquellos que queremos una patria digna, libre, hermosa, de todas las sangres; incluyente, inclusiva, tolerante con la diversidad. Respetuosa de la madre naturaleza; defensores de la vida, la biodiversidad, los ecosistemas, la cultura y el medio ambiente.

Tenemos hoy la disyuntiva. Nos pronunciamos por la ¡UNIDAD PROGRAMÁTICA POR EL PERÚ! O seguimos construyendo pequeños espacios de relativo poder; egoísta, de personalismos, ambiciones y posturas mesiánicas.

El segundo gran aspecto que nos une está relacionado a nuestros principios. Nos reclamamos luchadores por la Justicia Social, queremos salvar las inequidades existentes en nuestro país; afirmamos la Libertad y la igualdad de oportunidades para todos los peruanos y peruanas sin discriminación de credo, orientación sexual, condición económica o ideología. Sin embargo, nos discriminamos entre nosotros mismos. Censuramos a unos por ser: reformistas, liberales, de derecha, más revolucionarios que otros o, más izquierdistas o menos izquierdistas que otros.

¿Será quizás por ello que hoy el pueblo peruano nos niega su voto?

El tercer factor de unidad esta en el terreno de nuestra praxis MORAL. ¿Acaso no apostamos por un frente anticorrupción?

Coincidimos -todos aquellos que no hemos dilapidado el erario nacional o malversado los fondos públicos- en la imprescriptibilidad de los delitos de función pública. Desde el primer mandatario, hasta el último funcionario de Estado. Nadie deberá tener privilegios respecto a los delitos cometidos en el ejercicio de la función pública; menos aun, cuando son obtenidos por el voto popular.

Por ello, necesitamos una representación ciudadana en el municipio de Lima y en cada uno de nuestros distritos: digna, honorable, sin videos; ajena a dudoso manejo en la administración municipal y regional.

Algo en común tiene también los candidatos de la Korrupción (cualquier parecido es pura coincidencia) y el continuismo. Parece ser qué les gusta burlarse de aquellos que no tiene agua. Construyen piscinas y piletas de fantasía o se bañan en ellas para no atender las dificultades de una ciudad que clama atención inmediata a través de un programa de saneamiento y alcantarillado moderno.

Somos cientos de peruanos y peruanas que reconocemos en el Informe de la Comisión de la Verdad, los aportes y recomendaciones a ejecutar para pacificar el país y lograr la Reconciliación nacional. ¿Acaso no estamos de acuerdo con ello?

Necesitamos una ciudad segura pero sobre todas las cosas estable en sus relaciones entre los propios ciudadanos. Fomentar una cultura de paz y sana convivencia de respeto y tolerancia; de cumplimiento de las normas y dispositivos de regulación en el uso de los servicios públicos.

Afirmamos la necesidad de implementar las políticas propuestas en las Mesas de Concertación de lucha contra la Pobreza y la implementación de cada uno de los temas propuestos por el Acuerdo Nacional.

¿Qué falta estudiar sobre el Perú? ¿Sobre la problemática de Lima Metropolitana y sus 43 distritos? Los datos, las necesidades, los proyectos y prioridades las sabemos. Nuestro país tiene hombres y mujeres de todos los sectores socio-culturales dispuestos a sumar por una nación distinta.

El pueblo quiere escribir páginas de gloria, solo falta nuestra voluntad política para tener un mínimo de desprendimiento, de bondad, de modestia, de creer que otro(a) puede encarnar los más nobles anhelos del pueblo peruano.

Son los aspectos de fondo los que menos nos dividen. Quizás los temas de forma, sean los que impiden nuestra UNIDAD. Creo que esa es la percepción del ciudadano de a pie. Es ello lo que frustra un proyecto de mayor participación de las fuerzas vivas de la sociedad.

¿Quién es el candidato?

¡Mi trayectoria política me ubica en los primeros lugares de la lista de parlamentarios!

¿En qué lugar a ganador me ubico en la lista de regidores?

Esa suerte de considerarnos imprescindibles no nos diferencia de otros a los cuales denostamos de: reformistas, neoliberales, corruptos, incapaces e inmorales.

¿Qué esperamos para hacer un gesto de desprendimiento y lealtad? primero en coherencia a nuestros principios que afirmamos defender.

¿Qué nos diferencia de la praxis política del corrupto? Perdón si ofendo, pero los niños(as) y jóvenes que no votan en las elecciones esperan de nosotros que construyamos un país con presente realmente diferente.

Sabemos que solo la mejora en la calidad educativa e inversión en la Ciencia y Tecnología; así como la capacitación docente, la mejora en la condición de su labor profesional y el aporte de los mejores profesionales lograrán la gran trasformación de nuestro país. Por tanto, es sencillo afirmar que un nuevo gobierno -por el cual apostamos- no deberá invertir menos del 6% del PBI e incluso debemos afirmar se exprese en una Nueva Constitución Política del Perú.

Hemos comprobado -durante los últimos veinte años- que la política macroeconómica implementada no ha logrado satisfacer la deuda social con los más amplios sectores nacionales, postergados para el desarrollo de sus proyectos empresariales o ajenos a los beneficios tributarios obtenidos por los grandes capitales y transnacionales.

Debemos promover y desarrollar inversión privada que genere industria nacional con valor agregado para no solo exportar materia prima. ¿Estamos de acuerdo? Estoy seguro que sí.

Un aspecto fundamental está relacionado al tema de la territorialidad. La posesión de los espacios físicos y la explotación de sus recursos, la concertación y el diálogo con las comunidades nativas y pueblos amazónicos, su representación en el Estado y contribución milenaria en la continuidad de la especie humana deben ser revaloradas, reivindicadas. ¿Estamos de acuerdo?

Este problema también se expresa en la ciudad de Lima en la delimitación de “fronteras distritales” que generan serias dificultades en la gestión municipal; curiosamente son aprovechadas de “manera casual” por las empresas o tiendas por departamento o servicios de supermercados que instalan sus complejos empresariales en los territorios en conflicto. El marketing lo realiza con la dirección del distrito de mayor impacto publicitario y tributan en el distrito que cobra menores impuestos aliviando las exiguas rentas municipales de los distritos más populares.

Por Dios, Alá, Jehová, Yavé; quien sea el creador, no entreguemos, “regalemos” los Gobiernos Regionales, los municipios provinciales y distritales a la corrupción, a los inmorales, a quienes durante largos años han aprovechado de nuestra insensatez para superar nuestras diferencias de cómo participamos en Unidad.

Es inconcebible que Susana Villarán, Luis Iberico, Ciro Alegría, Fernando Andrade y Alex Gonzales no puedan sumar esfuerzos por constituir juntos una tercera alternativa para una Lima Democrática, Humanista y Descentralizada; frente a las propuestas de la corrupción y más de lo mismo.

De ellos no solo esperamos una repuesta histórica. Sino un compromiso serio. Confío que es el sentir de muchos ciudadanos de buena fe, de una Lima que recuerda al primer gobierno socialista de Concertación, diálogo y acuerdo programático que tuvo la historia republicana encabezado por Don Alfonso Barrantes Lingán.

Que honor harían cada uno de estos notables vecinos de Lima, líderes de diferentes agrupaciones políticas en un gesto de desprendimiento y amor por nuestra ciudad, ubicar a nuestra Capital en el escenario Latinoamericano como una de las ciudades más seguras, limpias y trasparentes en el ejercicio de su gobierno municipal.

Postulen por separado y perderán todos juntos, ese será su castigo. No solo de ellos, sino de todos los que queremos una alternativa distinta que enfrente al fujimontesinismo recargado y a la candidata que asiste a la boda de la novia del entonces fugitivo y no deslinda con el narcotráfico.

Luego de los futuros resultados de las elecciones municipales del mes de octubre, al releer estas líneas ilusas de un ciudadano como miles que imagino comparten mi sentir; volverán a ser castigados en las elecciones parlamentarias -donde estoy seguro- en el libre ejercicio ciudadano volverán a postular.

No solo queremos un Gobierno para la Ciudad de Lima con auténtica Concertación y participación Ciudadana; un gobierno creativo que promueva una movilización activa de las fuerzas vivas, democráticas, progresistas que le den a nuestra ciudad un Gobierno de Frente Amplio patriótico y reafirmen la fe de todos los peruanos. Sino también queremos que este gran frente sea la semilla de una gran movilización nacional y una auténtica propuesta por la transformación del Perú.

Si no podemos construir una alternativa para Lima, menos aun será posible para nuestro amado país. Ese es el gran dilema.

Cuando el pueblo quiere hacer bien las cosas sumamos esfuerzos, no restamos las posibilidades; multiplicamos nuestros sueños y no dividimos pensando en futuros cálculos parlamentarios. Perdónenme la insolencia, solo los resultados de octubre podrán juzgar la dureza de mis apreciaciones.

La suerte está echada y la responsabilidad histórica de cada uno de nosotros será juzgada.

Quizá la verdad sea una mula en mis apreciaciones, las denomino cavilaciones insomnes, que solo cargan el peso de una conciencia en deuda que obliga a perseverar tantas veces sea necesario por la utopía histórica de Alberto Flores Galindo.